¡Ojú con el vecino!
(Foto ABC Córdoba) No hace mucho que llegó al barrio pero, en este corto espacio de tiempo, se ha ganado los corazones de sus gentes. Gentes sencillas y trabajadoras conocedoras que, desde su llegada, el "nuevo vecino", escucha también todas las oraciones, y todas aquellas plegarias, que nuestra Señora de la Fuensanta Coronada recibe. Ella, que lo tiene cogido sobre su brazo, y su mano firme le sirve de apoyo al Niño que la acaricia, te recuerda que no puedes irte del santuario sin darle las gracias a Él que es quien, realmente, todo lo puede, Ella, Madre de Dios, siempre ha sido nuestra mediadora. Su nombre, no podía ser otro, es Jesús. Su apellido, Bondad. Desde su casa, el santuario, del que no sale por cualquier motivo, llena las casas del barrio de esa tendencia natural suya para hacer el bien, llenándolas de esperanza, de fe y de caridad. Ayuda, con su Verdad, a mitigar todas aquellas necesidades que el barrio tiene. A Él no le hace falta ninguna ayuda humana que sirva...